En teoría, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad presenta los mismos síntomas en hombres y en mujeres. Es decir, ambos sexos experimentan las mismas dificultades e igual número de trastornos comórbidos. En base a esto, el TDAH se debería vivir igual en ambos géneros pero la práctica nos demuestra que no hay nada más lejos de la realidad.
Esto tiene una explicación sencilla aunque no satisfactoria y tiene que ver con los síntomas nucleares del trastorno que, siendo los mismos para ambos géneros, presentan diferentes patrones de comportamiento. Y en función de qué síntomas están más presentes encontramos los tres subtipos de TDAH: el inatento, el hiperactivo y el combinado. Diferentes estudios demuestran que los porcentajes de participación de niños y niñas en cada uno de los subtipos son los siguientes:
- El subtipo combinado es más frecuente en niños que en niñas con un porcentaje del 80% frente al 65% respectivamente.
- El subtipo inatento predomina en niñas con un 30% frente al 16% respectivamente.
- El subtipo hiperactivo- impulsivo es el menos habitual y se encuentra tanto en las niñas como en los niños.
El hecho de que los varones participen más de los subtipos combinados e hiperactivos se traduce en que son más fácilmente diagnosticados y, por lo tanto, tratados. Son niños con mucha energía, que molestan en clase porque se mueven constantemente, interrumpen a los profesores y distraen a sus compañeros. El representante «perfecto» del TDAH. Sin embargo, este niño estereotípico no representa a todas las personas con TDAH, no es la forma en que el trastorno se presenta en las niñas.
Cuando hablamos de ellas no podemos olvidar que en la mayor parte de los casos solo manifiestan la falta de atención y este subtipo es mucho más difícil de reconocer. Las niñas con TDAH no destacan en clase, no dan guerra, se portan bien, así que son desatendidas porque no están diagnosticadas ni, por tanto, tratadas. Incluso si acuden a su médico o a su terapeuta y comentan sentirse abrumadas o desorganizadas, es mucho más probable que reciban un diagnóstico de trastorno del estado de ánimo, de depresión o ansiedad en lugar del correcto de TDAH.
Por lo tanto el diagnóstico no está al alcance de muchas mujeres, cuyo TDAH se pasa por alto de forma rutinaria o se diagnostica erróneamente. Un diagnóstico de TDAH en la niñez o la adolescencia es el primer paso y el más crucial para controlar los síntomas de manera efectiva. En pocas palabras, un diagnóstico puede cambiar una vida.
Cuando las mujeres no son identificadas corren un riesgo mayor de padecer otras enfermedades comórbidas que se suelen asociar al TDAH como las adicciones, la obesidad, la migraña y la depresión. Y no debemos dejarnos engañar por la facilidad con que se pueden disimular o enmascarar los síntomas ya que son muchas las mujeres que no han fracasado en los estudios, que mantienen su casa y su entorno perfectamente recogido y que llegan siempre puntuales. Lo más normal es que esto se deba a un esfuerzo sobrehumano por dominar los aspectos más molestos del trastorno.
Estos signos de TDAH a menudo se pasan por alto en las mujeres. En el peor de los casos, pueden malinterpretarse como pereza, irresponsabilidad, grosería u otra cualidad negativa. Los padres, por ejemplo, pueden regañar a sus hijas por olvidarse de hacer la tarea o por tener el dormitorio desordenado, considerando ambos signos claros de irresponsabilidad, en lugar de síntomas de TDAH.
Si tenemos en cuenta lo dicho hasta ahora, podemos hablar de sesgo de género en el TDAH, es decir, uno de los géneros, el masculino, tiene un peso desproporcionado a favor o en contra de otro.
Mujer diagnosticada con TDAH en su madurez, como tantas otras, en una de las revisiones de TDAH de su hijo. Licenciada en Periodismo y Derecho, actualmente cursa sus estudios de Doctorado en Ciencias de la Información y está escribiendo su primera novela. Trabaja en el sector audiovisual y es profesora en la Escuela de Artes Escénicas de Madrid (TAI). Consciente de que el día a día de una mujer adulta con TDAH no es fácil pero tampoco es imposible, ha creado un canal de youtube, Mujeres al borde del TDAH, y una cuenta de instagram con el mismo nombre, para divulgar y ayudar a los adultos que lo padecen.
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