Tener trastorno por déficit de atención e hiperactividad es más complejo de lo que sus siglas indican. Va mucho más allá de las dificultades para concentrarse o para permanecer quieto. Sin duda, una de las mayores complicaciones es la relativa a las funciones ejecutivas aunque, paradójicamente, se hable mucho menos de ello.
¿Qué son las funciones ejecutivas?
Son actividades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, revisar y evaluar el comportamiento. Las personas utilizamos estas habilidades para la planificación de tareas y objetivos, la organización de los pasos a seguir, el uso de estrategias, el control de nuestra atención o de nuestro tiempo. Por ello, esta disfunción se traduce en dificultades para la realización de proyectos, para hacerse una idea de cuánto tiempo nos llevará terminarlo, para iniciar actividades o recordar información importante mientras realizamos otra tarea.
En este sentido, una de las características de los TDAH que dificulta una correcta planificación es la realización de listas infinitas de tareas. Generalmente, son listas imposibles y, al final del día, no solo no se han completado porque son inviables sino que generan una gran frustración.
A esto contribuye un estado emocional inestable en muchas personas con TDAH por lo que cuando se sienten más motivados y optimistas, creen que pueden cumplir expectativas amplísimas. Es lo que se llama “espejismos de la planificación”.
Saber que se tiene TDAH ayuda para que en ese momento de euforia seamos conscientes de la ilusión de poder con más de lo que realmente es factible, de que esa percepción del tiempo y de nuestra capacidad es irreal. Aceptar esto, nos llevará a ajustar nuestro tiempo a nuestra capacidad. De manera que la lista de tareas sea viable y, al final de la jornada, nos sintamos satisfechos con nosotros mismos por haber sido capaces de cumplir lo propuesto sin dejarnos guiar por el espejismo.
Una vez que somos conscientes de todo esto, la buena noticia es que podemos recurrir a determinadas estrategias para conseguir una correcta planificación y organización a través de sencillas rutinas que harán nuestro día a día más sencillo y productivo.
En primer lugar, debemos establecer prioridades: en nuestra lista de cosas por hacer es conveniente priorizar basándonos en criterios como la importancia o la urgencia del asunto, el nivel de dificultad, o el estrés que nos genera dejarla pendiente y sin resolver…
Mujer diagnosticada con TDAH en su madurez, como tantas otras, en una de las revisiones de TDAH de su hijo. Licenciada en Periodismo y Derecho, actualmente cursa sus estudios de Doctorado en Ciencias de la Información y está escribiendo su primera novela. Trabaja en el sector audiovisual y es profesora en la Escuela de Artes Escénicas de Madrid (TAI). Consciente de que el día a día de una mujer adulta con TDAH no es fácil pero tampoco es imposible, ha creado un canal de youtube, Mujeres al borde del TDAH, y una cuenta de instagram con el mismo nombre, para divulgar y ayudar a los adultos que lo padecen.
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