Todos procrastinamos de vez en cuando y a todos nos cuesta salir de ese estado para afrontar las tareas pendientes. Pero, sin duda, las personas con TDAH tienen mayores dificultades para superar ese hábito debido a la expresión de síntomas como la mala gestión del tiempo, la autorregulación emocional o la baja autoestima.
Este plus de dificultad no debe desmoralizarnos ya que dejarnos llevar por la procrastinación nos generará serios problemas de ansiedad y angustia. Para combatir esta dinámica tan perniciosa, lo primero que tenemos que hacer es reconocer qué rasgos de nuestro TDAH exacerban la procrastinación, cuáles son las tareas que más postergamos y por qué lo hacemos. Y una vez que identifiquemos el origen del problema podremos poner en práctica algunos trucos para minimizar la procrastinación.
– Descompón tu meta en otras más pequeñas, trocéala en tareas más asequibles. Cuando un trabajo nos abruma, no sabemos cómo afrontarlo ni por dónde empezar, no vemos el final porque es largo y tedioso. En función de la urgencia, podemos dedicarle un tiempo limitado al día, 15 ó 30 minutos. A veces, pequeños esfuerzos de forma continuada son mucho más provechosos que varias horas al día sin resultados. – Reconduce tu energía. Si somos de esas personas con TDAH que sufren parálisis por el análisis, tan característica de nuestro perfeccionismo, piensa que podemos utilizar esa fuerza mental que malgastamos creando escenarios que nos torturan en realizar la tarea. Sal a caminar, a concentrarte en tu respiración, cualquier cosa que te aleje de tus pensamientos y vuelve sin más a la tarea. – Proponte metas de tiempo realistas. Tenemos un concepto del tiempo diferente y el hecho de configurar alarmas o poner fechas límites, puede resultar de gran ayuda. Si la procrastinación consiste en aplazar, los objetivos a largo plazo encajan perfectamente en este problema y siempre es mejor replantearlos como una colección de pequeños objetivos que hay que cumplir diariamente. Recuerda que lo peor que puedes hacer es decir que lo terminarás, por ejemplo, “este año” ya que es excesivamente amplio y te da demasiado tiempo para no hacer nada. Por lo tanto, objetivos pequeños en fechas concretas y cercanas es lo más recomendable.
Mujer diagnosticada con TDAH en su madurez, como tantas otras, en una de las revisiones de TDAH de su hijo. Licenciada en Periodismo y Derecho, actualmente cursa sus estudios de Doctorado en Ciencias de la Información y está escribiendo su primera novela. Trabaja en el sector audiovisual y es profesora en la Escuela de Artes Escénicas de Madrid (TAI). Consciente de que el día a día de una mujer adulta con TDAH no es fácil pero tampoco es imposible, ha creado un canal de youtube, Mujeres al borde del TDAH, y una cuenta de instagram con el mismo nombre, para divulgar y ayudar a los adultos que lo padecen.
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