Cada vez son más los países de nuestro entorno que reconocen el valor de contar con un cerebro diferente entre su equipo y que, siendo consecuentes con esta actitud tan favorable, adaptan los entornos laborales para hacerlos más amables y, por supuesto, más productivos para las personas con algún tipo de neurodivergencia.
Sin embargo, en nuestro país esta situación dista mucho de ser una realidad. Si tenemos la suerte de trabajar en un entorno neurodivergente, no será necesario ocultar esta condición aunque no suele ser lo habitual. Pero tanto si es así, como si no lo hemos contado, está claro que se vuelve imprescindible aprender a convivir con nuestros síntomas y manejarlos lo más eficazmente posible para amortiguar sus aspectos negativos.
Gestionar adecuadamente estas señales en la oficina es, sin duda, un gran desafío pero también es crucial para nuestra carrera. Por eso, hay que recurrir a todas las estrategias posibles para conseguirlo. He aquí algunas de ellas.
Conoce tu TDAH
No todos los TDAH son iguales, cada persona experimenta sus síntomas de distinta manera y con diferentes intensidades. El primer paso para dominarlo es conocerlo por lo tanto, dedica un tiempo a analizar qué aspectos son los que te vuelven más vulnerable y cómo corregirlos y cuáles te convierten en un empleado valioso y cómo potenciarlos.
Analiza tu entorno laboral
De la misma manera, no todas las oficinas son iguales. Es cierto que aquellas que cuentan con entornos abiertos y con mucho personal, invitan a la dispersión. En ese caso, podemos recurrir a determinadas herramientas que nos aíslen del entorno como auriculares con cancelación de ruido. Tus compañeros tenderán a interrumpirte menos si ven que tienes puestos tus auriculares; es una señal de “no molestar” muy directa y educada.
Otra opción es reproducir sonidos ambientales o binaurales de alta frecuencia para una mayor concentración. Cada vez son más frecuentes las playlists con este tipo de música, solo queda encontrar la que mejor se adapte a tus gustos y a tus necesidades.
Descansa con frecuencia
Cada cierto tiempo debemos realizar un descanso y permitir a nuestra concentración que vuelva con nosotros. Si además participas del subtipo hiperactivo o combinado, levantarte de tu sitio y caminar un poco es una excelente idea para calmar esa inquietud. Es normal que sintamos la necesidad de hacer más descansos que el resto, aunque más breves, para mejorar nuestra efectividad.
Lucha contra la procrastinación
Lo más lógico es que también presentes problemas para iniciar una tarea y concentrarte después en ella. En este caso, ponte una hora límite y una alarma para vencer la procrastinación y cuando empieces, realiza la tarea por periodos de 15 minutos. Pasado este tiempo, analiza si puedes seguir trabajando en ese mismo proyecto. En caso contrario, no dudes en caminar un poco, tomar aire o dejarlo para más adelante.
Mujer diagnosticada con TDAH en su madurez, como tantas otras, en una de las revisiones de TDAH de su hijo. Licenciada en Periodismo y Derecho, actualmente cursa sus estudios de Doctorado en Ciencias de la Información y está escribiendo su primera novela. Trabaja en el sector audiovisual y es profesora en la Escuela de Artes Escénicas de Madrid (TAI). Consciente de que el día a día de una mujer adulta con TDAH no es fácil pero tampoco es imposible, ha creado un canal de youtube, Mujeres al borde del TDAH, y una cuenta de instagram con el mismo nombre, para divulgar y ayudar a los adultos que lo padecen.
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