Lo confieso, soy incapaz de dedicar una sola línea a loar las virtudes de deepseek. Tampoco soy muy ducho en muchas otras herramientas y no es por incapacidad. Me permito usar IA en la medida en la que la generación de recursos de investigación me lo permiten ya que la política universitaria de compras en este campo sigue por definir. Existen servicios gratuitos como NotebookLM que me puedo usar para el análisis y síntesis de textos y avanzar en establecer su relevancia y utilidad. Ahora bien, deben ser exclusivamente textos de fuentes abiertas como artículos doctrinales, jurisprudencia, guías etc. Un servicio que cada vez me produce mayor satisfacción es Consensus: AI-powered Academic Search Engine, como herramienta asociada a la búsqueda bibliográfica y la localización de trabajos relevantes. Pero todas ellas tienen algo en común: utilizo la versión free, y en esta versión las garantías que recibo son razonables, aunque no parece claro que no vayan a aprovechar toda la información que les proporciono.
Uso, previo religioso pago la integración de Copilot con Microsoft, Perplexity AI y DeepL. De hecho, trato de utilizar estas herramientas con cargo a recursos de investigación de modo que en la medida de lo posible exista una vinculación clara y una obligación jurídica con la institución de modo que pueda asegurar una eventual demanda o reclamación ante cualquier práctica indebida. Pero les aseguro que esta circunstancia deriva de un ejercicio de diligencia autoimpuesta. No proviene de una circular o instrucción precisa.
Y esta es precisamente mi mayor preocupación. Al parecer lo que yo hago se llama BYOAI que en mi caso podría calificarse BYOAI responsable. Esta práctica consiste en la tendencia de los empleados a utilizar sus propias herramientas de inteligencia artificial para realizar tareas..,