Los fondos para la recuperación son también, y tal es su denominación oficial, para la transformación y la resiliencia. La lluvia de millones, justificada para que no se repita el batacazo que se llevó el sistema ante la crisis de la pandemia, es abundante para España, pero viene de la mano de una doble justificación, formal y material, que debe cumplirse estrictamente.
En cuanto a la cumplimentación formal, el aspecto más interesante en el que no obstante no nos detendremos en esta ocasión, es la necesidad de vincular la ejecución de esta subvención al cumplimiento de un plan de integridad, de manera que la gestión de los proyectos y los contratos cumpla escrupulosamente con la legalidad y los fines que la justifican.
En cuanto a los proyectos financiables, era blanco y en botella destinar semejante cifra a la modernización de las organizaciones públicas, nuestra asignatura pendiente, empezando por la consolidación de los proyectos básicos, especialmente la siempre demorada administración electrónica. La inteligencia artificial, los drones, la sensorización o el blockchain, son importantes pero van después en el tiempo. Empezar la casa por el tejado nunca fue una buena idea.
Pero la lógica choca con el cortoplacismo y el efectismo político, siempre pensando en el presente y nunca en la Administración que va a quedar para la siguiente legislatura, y mucho menos para la siguiente generación, claro está. El dinero ya ha llegado, seguirá llegando. Es mucho, pero no se está destinando a la transformación sistémica sino a proyectos aislados, y esto es así por mucho que se encajen con calzador en supuestos planes estratégicos. El día que la organización y el funcionamiento de lo público de verdad se transforme será infinitamente más eficiente, y por tanto la inversión se amortizará. Aunque lo más importante siempre será la mejora del servicio público. Cuesta mucho renunciar a ese ideal. Es una verdadera lástima.
Continuar leyendo…Secretario de la Administración Local, categoría superior. Director de Prevención, Formación y Documentación en la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción de la Comunitat Valenciana. Directivo Público. Máster en Nuevas Tecnologías aplicadas a la Administración Pública. Máster en Planificación estratégica. Tiene o ha tenido presencia activa en las siguientes asociaciones: ADPP, COSITAL, RECI, UDITE, ADPP, AENOR y equipo técnico de la FEMP. Autor de numerosas publicaciones, especialmente en el ámbito de la administración electrónica práctica (procesos, organización, planificación, procedimiento…). Responsable de la implantación de diversos proyectos reales en dicho ámbito, dentro de varias Administraciones Públicas. Entre otros reconocimientos: Medalla de la Vila del municipio de Picanya, Premio CNIS al innovador público del año 2015, Premio NovaGob Excelencia 2015 al mejor Blog, Premio internacional al mejor innovador en las Administraciones Públicas en el año 2020.
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