Regular la tecnología es tendencia

Desde la entrada en escena de ChatGPT, la intención de los gobiernos y gobernantes ha sido regular la tecnología, específicamente la Inteligencia Artificial. Es un error, es una mala tendencia. En mi opinión, es una mala idea intentar regular la Inteligencia Artificial, como la sensación misma que tienen algunos gobernantes que creen que deben regularlo todo.

Los poderes legislativos de los países de occidente están organizando propuestas para regular la Inteligencia Artificial, un concepto realmente difícil de implementar, por el contrario, demuestra ignorancia por la tecnología.

Nueva York no es California

Recientemente hemos podido presenciar varios intentos fallidos. Un diputado italiano fue el merecedor al más rápido en demostrar que no entendía ChatGPT y se lanzó con un proyecto de ley que dejó a todo Italia en evidencia ante el mundo.

Nueva York fue el siguiente en la lista prohibiendo que se usara ChatGPT en la educación. Alguien me decía que era un ejemplo pues Nueva York está en Estados Unidos. Mi respuesta es que California también está en Estados Unidos, pero en Nueva York no es conocida por lanzar la mejor tecnología del mundo, es California. SI la explicación le parece poco, me gustaría explicarle que Grecia es un Estado miembro de la Unión Europea, al igual que Países Bajos, pero Grecia no es Países Bajos.

En Costa Rica, el pasado junio, un grupo de diputados presentaron un proyecto de ley para regular la Inteligencia Artificial redactado con ChatGPT. Curiosamente en mi parecer, lo único coherente fue el mismo uso de ChatGPT, pues en el grupo no había ni un solo tecnólogo, con lo cual necesitaban de una herramienta externa para así evitar incluir profesionales de dicha rama. Toda la noticia es más que una ironía, y deja una gran lección.

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