No. Este artículo NO ha sido generado automáticamente por un algoritmo.
Y tras esta advertencia (quién sabe si será la primera de muchas otras de este tipo que veremos en el futuro) abordamos un tema que muy probablemente interesará a nuestros lectores: el uso de herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa como ChatGPT en la dirección de empresas.
¿Podría una IA generativa dirigir una empresa? Por supuesto que sí. Como ya saben nuestros lectores, no existe ninguna certificación en dirección de empresas que pueda asegurar el éxito de una empresa , por lo que tampoco es cuestión ahora de ponernos exquisitos, o de pensar que si la empresa es dirigida por un algoritmo vaya a funcionar peor que si la dirigieran algunos seres humanos.
¿Puede resolver problemas en entornos de incertidumbre? Aquí ya nos topamos con lo más complicado puesto que estos sistemas de inteligencia artificial generativa se basan en el pasado para proyectar sobre el futuro y, tanto la creatividad como la motivación de un humano, parecen ser a priori las mejores herramientas con las que contamos para resolver un nuevo problema en un entorno de incertidumbre. Sin embargo, una vez más, podríamos pensar en algunas decisiones que, en ocasiones, han tomado directivos frente a problemas de este tipo y que, sin lugar a duda, hubiera sido preferible dejar en manos de una máquina.
¿Quién asume la responsabilidad de una decisión si esta llega a desencadenar consecuencias legales negativas? Quizá este aspecto sea el que más preocupe a algunos empresarios a la hora de contratar una inteligencia artificial generativa a la que encomendar la dirección de su nueva empresa. Ahora mismo la legislación europea todavía no está definida. Digamos que nos espera un intrincado y costoso camino en caso de litigio para dilucidar las responsabilidades de nuestro algoritmo directivo y de nosotros mismos como empresarios.
Y si nuestras decisiones afectaran a la propiedad intelectual, ¿a quién corresponderían los derechos? Tengamos en cuenta que cuando la inteligencia artificial empiece a producir resultados que sean suficientemente buenos para sustituir el trabajo de los humanos, muchos de estos humanos van a poder invertir su tiempo libre recientemente ganado en poner demandas legales por infringir la propiedad intelectual. Así que, de nuevo, parece plausible que surjan nuevas demandas legales que impacten en nuestra cuenta de resultados.
¿Y si las decisiones que tomara nuestro algoritmo de inteligencia artificial generativa fueran sesgadas? Por ejemplo, podría considerar que es mejor contratar gente de raza blanca o de determinado sexo o determinada edad para ocupar algunas posiciones. Aunque la verdad es que en estos aspectos tampoco diferiría del pensamiento de algunos directivos humanos, pero al menos a estos últimos se les ve venir…
Una empresa, a la hora de competir, se basa entre otras cosas en la diferenciación con respecto a la competencia. ¿Qué pasaría entonces si un algoritmo tomará decisiones idénticas para idénticos problemas en diferentes empresas? ¿Se imaginan que Coca Cola y Pepsi sacarán el mismo producto al
Licenciado en Informática y Doctor Cum Laude en Organización de Empresas por la Universidad Politécnica de Valencia. Con acreditación en Gestión de Datos para Investigación Clínica por la Universidad de Vanderbilt, ha sido profesor de marketing digital, big data e inteligencia de negocio, y ahora es profesor de Organización de Empresas en la Universidad Politécnica de Valencia. Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Valenciana de Informáticos de Sanidad (AVISA), auditor CISA, CGEIT y profesional certificado en ITIL, COBIT 5 y PRINCE 2. Con casi 20 años de experiencia en el sector de la salud, ha dirigido proyectos de interoperabilidad, seguridad y big data, y actualmente es directivo en una importante multinacional de soluciones de TI para el sector de la salud.
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