Mar Monsoriu es una periodista y escritora valenciana. Es pionera en España en el campo de la divulgación especializada en temas relacionados con Internet y las tecnologías de la información y de la comunicación. Es además consultora tecnológica, profesora y conferenciante y ponente habitual en congresos y jornadas. Con estudios de ingeniería superior, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Politécnica de Valencia y máster en Innovación Periodística por la Universidad Miguel Hernández de Elche, ha destacado a lo largo de su extensa trayectoria profesional por su capacidad para llevar a cabo proyectos e iniciativas innovadoras.
Aunque tuvo contacto con Internet en 1993, fue en 1996 cuando creó la primera Comunidad Virtual de Marketing en Internet del mundo. También promovió el grupo de Usenet “es.ciencia.- marketing”, (mientras hacía cursos de doctorado relacionados con esta materia) (1997), y el primer canal de #marketing de la Irc-Hispano.org (1996). Además de otras encuestas muynovedosas ll evo a cabo durante cuatro años las primeras ciberencuestas (1999, 2000, 2001 y 2002) para determinar “El perfil del ciberconsumidor hispano” y eso cuando el comercio electrónico estaba comenzando en España y aún no se disponía de información alguna al respecto.
En 1996 impartió el curso “Internet en el conjunto de estrategias de marketing de la empresa” en la Fundación Formación-Empresa de Confederación Empresarial Valenciana. Se trató del primer curso en España relacionado con “Marketing e Internet”. Desde entonces sigue impartiendo formación especializada y bajo demanda para universidades, organismos y empresas. En 1999 hizo público su “Vocabulario Técnico de Marketing en Internet”, el primer diccionario de esta especialidad y en un momento en el que, como ella recuerda, “buena parte de mis potenciales clientes no sabían ni que era el marketing, ni qué era Internet”.
De entre los artículos, reportajes, memorias, manuales y todo tipo de publicaciones técnicas, de los que es autora hay tres obras que destacan especialmente. Además de ser también las primeras en su ámbito, son libros que se adelantaron a lo que vendría a continuación. Por ejemplo, con “Técnicas de Hackers para Padres, cómo controlar lo que hace tu hijo con el ordenador” de 2006, fue la primera profesional de España en alertar mediante una publicación sobre la importancia de la protección de los menores en Internet al tiempo que ofrecía soluciones
A continuación, en 2007, sacó el “Manual de las Redes Sociales en Internet”, siendo el primer manual de Redes Sociales en el mundo. Es una completa obra con mucha información y en la queademás se explica con todo detalle como emplear estas plataformas que tanto han cambiado la vida de los usuarios en la red. Más tarde ha ido sacando otro diccionario sobre la Web 2.0 y varias obras sobre redes sociales para determinados nichos de mercado o sobre plataformas específicas como Twitch o Tik Tok. Este año 2022 ha sorprendido de nuevo a sus seguidores con la “Guía de Alexa para toda la Familia”, una publicación de más de 300 páginas en la que acerca el asistente de voz de Amazon a todos los públicos. Es un libro que leen niños de 6 años y sus abuelos de 76. También sus padres que, a lo mejor aún siendo profesionales de las telecomunicaciones, no han sabido explotar las posibilidades que tienen los altavoces inteligentes.
¿Qué es lo más halagador que te han dicho de tu nueva obra?
Hasta ahora, quienes la van leyendo lee coinciden en reconocer que jamás habría pensado que Alexa servía para tantas cosas. Bastantes además me dicen frases del tipo: “Te lo has “currado” a lo bestia!” o “esto no es un libro, es un trabajo de investigación” y en conjunto los comentarios son muy halagadores y cariñosos. Ahora bien, el que más me gustó fue el de una amiga, profesora de universidad, que me dijo: “por fin has publicado algo que hace falta cuando el mercado ya está más maduro y no te has adelantado varios años como en anteriores ocasiones”. Es cierto, porque ahora la gente ya tiene muchos “Alexas” en sus casas pero no les sabe sacar partido. Si, gracias a mi libro, consigo que les saquen aunque sea un 25% por cien más de prestaciones, me doy por satisfecha.
¿Buscas ser siempre la primera a la hora de crear algo relacionado con la tecnología?
No de forma consciente, pero no me da miedo serlo siempre que me vea capaz. Para mí el principal mérito lo tienen sobre todo los que inventan y desarrollan algo, como Alexa por ejemplo. Yo me limito a analizarlo exhaustivamente, comprender bien su funcionamiento, y cuando lo domino, hacerlo entendible de forma sencilla a un público amplio. Mi papel es algo así como el de traducir las complejidades técnicas a palabras sencillas o a instrucciones fáciles de seguir.
¿Crees que falla la divulgación de las innovaciones tecnológicas?
Mucho me temo que así es. Y no sólo en el caso de Alexa, en el que es llamativo que la mayoría de personas que tienen un altavoz inteligente no accedan a la información que ofrece Amazon para sacarle partido a su propio invento. Desde mi punto de vista, se trata de una situación bastante generalizada. A muchas personas de cierta edad les cuesta asumir e incorporar en sus vidas las innovaciones tecnológicas Por otra parte, puede que se deba a que, a veces, a profesionales con perfiles muy técnicos les cuesta comprender que la mayoría del público desconoce cosas o conceptos que para ellos son básicos. Por eso yo he encontrado ahí un hueco que puedo cubrir porque me apasionan tanto la tecnología como la comunicación. Además, me siento útil ayudando a organismos, empresas y particulares. Estoy convencida de que, esta vida, lo que no se sabe comunicar bien, casi ni existe. Y los avances científico-técnicos es necesario darlos a conocer a la sociedad. Como, por cierto, hace vuestra revista con gran acierto.
¿Recuerdas alguna anécdota relacionada con tu papel como conferenciante y docente? Tengo
muchas. Una de las más entrañables ocurrió durante una charla que impartí en un colegio de educación primaria. Estaba en un escenario ante un auditorio de unos 200 niños de entre 6 y 9 años. De repente, se levanta un pequeño y me pregunta: “señorita, ¿nos puede contar la historia de Internet?”. Le dije que sí, paré la charla que estaba dando y empecé a contarles la historia de Internet como quien cuenta un cuento. Me fascinaba mientras lo hacía ver las caritas de ese tierno alumnado. Ni respiraban. Estaban con los ojos bien abiertos muy atentos a mi relato. Cuando acabé de forma espontánea me aplaudieron con entusiasmo. Para mí fue muy gratificante.
¿Dentro del campo de la divulgación tecnológica hay algo que te gustaría hacer y que aún no has hecho?
Desde luego y lo tengo clarísimo. Me encantaría redactar manuales de instrucciones de electrodomésticos. Soy de las que me los leo e incluso colecciono. Considero que son manifiestamente mejorables. La mayoría de los manuales de instrucciones son incomprensibles para el público en general. La gente los odia porque no entiende nada y muchos casi ni los mira porque no se fía de ellos. Prefiere un vídeo de Youtube o consejos de algún cuñado. Creo que podría hacer unos manuales mucho más divertidos, inteligibles y agradables que añadieran valor al producto. Es un campo por explotar.
¿Qué va a ser lo siguiente que hagas?
Voy a seguir por el camino que he iniciado con Alexa porque creo sinceramente en esta portentosa tecnología y en las posibilidades que ofrece. Conste que no conozco de nada de los de Amazon, ni tampoco vendo sus aparatos o me llevo comisión alguna. Eso es bueno porque puedo escribir e impartir formación con total independencia y hacer las críticas que considere oportuno. El futuro de Internet, y en especial de la Internet de las cosas pasa por la voz. Es un gran cambio y otra forma de relacionarse con la tecnología. Pero, como todo, hay que saber hacerlo y estamos todos aprendiendo. Para las administraciones, organizaciones, empresas, y para los medios de comunicación, especialmente, es una forma de contactar con la clientela real y potencial de forma directa.
¿Crees que todos acabaremos teniendo un asistente de voz en casa?
La mayoría sí. La batalla de la privacidad desde que tenemos teléfono móvil ya la hemos perdido y mucha gente se rinde. Los usuarios van descubriendo las ventajas de relacionarse por voz con este sistema de altas prestaciones y con sus electrodomésticos. Además experimentan que es algo que le puede facilitar la vida y se van animando a tener varios altavoces inteligentes o cualquier otro dispositivo conectado a un sistema de inteligencia artificial. Luego hay que tener en cuenta que la población española en particular y europea en general está envejecida y que el porcentaje de personas con discapacidad es muy elevado. Se trata de una potencial clientela para muchas innovaciones tecnológicas. Todo lo que les facilite la vida y se la haga más cómoda, tiene un enorme futuro. Y a mí, sinceramente, me gustaría formar parte del mismo.
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