Dejamos el año 2022 cargado de leyes, decretos, proyectos de ley, y acuerdos políticos para hacer más leyes que regulen la informática.
Lo he comentado enérgicamente en encuentros presenciales y en las redes sociales: es un error. Quienes han respondido a los comentarios o quienes lo han hecho en persona me han recordado la frase “es poner puertas al campo”, yo tengo dos más “es poner palos en las ruedas”, “es dispararse uno mismo en un pie”.
En diciembre se ha regulado la creación de programas de software contable en España. Se ha creado una serie de requisitos que complican mucho la creación de software, y dado que es una batalla perdida, los creadores no se unirán para pedir que se modere la regulación, por lo tanto, las empresas “se verán forzadas” a comprar productos no españoles.
Un ejemplo lo vivimos en el tiempo de la pandemia. Muchos fabricantes españoles transformaron sus fábricas para crear mascarillas y respiradores, y no fueron capaces de vender porque no contaban con las acreditaciones que se exigen en la regulación, tampoco fueron capaces de acreditarse porque los procesos son los que son, y son lentos, burocráticos y con un poquito de absurdo lo que los hace más creíbles. Sin embargo, las empresas fabricantes chinas no necesitan cumplir con los requisitos españoles, ya que no fabrican en España, y por lo tanto recordará el lector, que el gobierno español gastó millones de euros en productos chinos que no estaban acreditados ni siquiera en su país de origen…
Marlon Molina es ingeniero en informática, es certification officer en Computerworld University desde donde lidera la certificación Business IT, también dirige el laboratorio de ciberseguridad para los Parlamentos de las Américas en la OEA, es profesor en varias Escuelas de Negocio, y es asesor de varios Consejos de empresa en España e Internacionales. En 2019 Cherwell le incluyó en el TOP 5 de los líderes técnicos de la transformación digital en EMEA.
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