
La tecnología Wi-Fi ha revolucionado nuestra forma de conectarnos e interactuar con el mundo. Sin embargo, en la sombra de esta innovación, se libra una batalla invisible que puede llegar a poner en riesgo nuestra privacidad y seguridad. Hoy, desentrañamos cómo los sistemas de posicionamiento Wi-Fi (WPS) están revolucionando la geoestrategia y la ciberseguridad, y cómo esto nos afecta a todos.
La Geoestrategia del WiFi: Más Allá de la Conectividad
Introducción a los Sistemas de Posicionamiento Wi-Fi
Los Sistemas de Posicionamiento Wi-Fi utilizan los puntos de acceso Wi-Fi cercanos para determinar la ubicación de dispositivos móviles con una precisión sorprendente. Empresas como Apple y Google lideran estos sistemas, permitiendo a los dispositivos consultar servidores especializados para obtener su ubicación en función de los puntos de acceso detectados.
Seguro que habremos notado en muchísimas ocasiones, sobre todo en aplicaciones de mapas, donde el propio dispositivo móvil solicita acceso al wifi para mejorar la precisión del posicionamiento. Esto es así, porque gracias a ese “mapeo” de las redes wireless que realizando estos dos gigantes tecnológicos, se dispone de un mapa detallado de las conexiones wireless que junto con la posición GPS pueden dar una precisión mucho más exacta
El funcionamiento es muy sencillo, nuestros dispositivos móviles están constantemente “escuchando” -eso creo que ya lo sabemos-, y recolectando información de todas las redes wifi que están a su alcance, es decir, están guardando información de todos los BBSIDs, de su potencia, y algún que otro dato más. Esa información se combina con el posicionamiento GPS en el momento de la detección, para así poder ubicar los puntos de acceso wireless en puntos físicos en los mapas. Es decir, nuestros terminales móviles actúan como sensores alimentando una enorme base de datos con nuestros movimientos; actualizando en silencio, y de forma constante toda la información que reconocen a su alrededor. Sobra decir, que esa información puede ser muy “jugosa” para muchas cosas, y puede ser muy codiciada por gobiernos y agencias de inteligencia…