Las organizaciones públicas nos hallamos inmersas en un proceso de transformación que se prolonga ya varias décadas y que ha conocido varios nombres o, si se nos permite la crítica, “varias modas”: administración electrónica, smart city, digitalización, innovación pública, inteligencia artificial (IA), etc…
La etapa actual de dicho proceso no puede ser otra que la necesaria integración de la IA tanto en los procesos administrativos como en los servicios públicos, a fin de simplificar los primeros y mejorar los segundos, objetivos no solo deseables sino necesarios. Pero dicha implantación no es un camino de rosas, y presenta unos ítems característicos en forma de ventajas e inconvenientes (o quizá simplemente obstáculos). A saber:
1. Automatización para la eficiencia. La IA puede automatizar tareas administrativas repetitivas y de poco valor intelectual, liberando a los empleados públicos para que realicen actividades más estratégicas y “humanas”. 2. Mejora en el proceso de toma de decisiones. Frente a la gestión por ocurrencias o excesivamente politizada, la IA analiza datos que nos ayudan en la toma de decisiones más informadas y totalmente objetivas. 3. Servicios personalizados. A partir de los datos y la “experiencia de usuario”, la IA permite adaptar los servicios públicos a las necesidades individuales de los ciudadanos, como ocurre no solo en atención al público, sino también en servicios importantes como educación y medicina. 4. Auge del teletrabajo. La digitalización impulsada por la IA facilita el teletrabajo, si bien debe combinarse con el trabajo presencial para una mejor organización del mismo (smart working). 5. Resistencia al cambio. Rumores inexactos, como la supuesta destrucción de puestos el aumento de la brecha digital pueden perjudicar el proyecto. Con carácter general, la cultura normalmente conservadora de las AAPP prácticamente asegura la resistencia al cambio, pero una comunicación clara y una gestión adecuada pueden ayudar a superarla. Resulta esencial abordar estas resistencias con sensibilización, formación y una comunicación transparente, asegurando que la implementación de la IA sea ética y equitativa…
Secretario de la Administración Local, categoría superior. Director de Prevención, Formación y Documentación en la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción de la Comunitat Valenciana. Directivo Público. Máster en Nuevas Tecnologías aplicadas a la Administración Pública. Máster en Planificación estratégica. Tiene o ha tenido presencia activa en las siguientes asociaciones: ADPP, COSITAL, RECI, UDITE, ADPP, AENOR y equipo técnico de la FEMP. Autor de numerosas publicaciones, especialmente en el ámbito de la administración electrónica práctica (procesos, organización, planificación, procedimiento…). Responsable de la implantación de diversos proyectos reales en dicho ámbito, dentro de varias Administraciones Públicas. Entre otros reconocimientos: Medalla de la Vila del municipio de Picanya, Premio CNIS al innovador público del año 2015, Premio NovaGob Excelencia 2015 al mejor Blog, Premio internacional al mejor innovador en las Administraciones Públicas en el año 2020.
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