Existen palabras, frases, oraciones que nos resuenan toda la vida. Aparecen cuando menos las esperas, pero tienen un valor infinito cuando empiezas a ver su impacto en diversos campos. Este extracto de Jose Ortega y Gasset con el que inicia el artículo fue uno de mis favoritos por largo tiempo.
Tiempo más tarde, le sumaría una variable más al proceso de “entender”, el “estar de verdad”. Esta variable apareció en una etapa de búsqueda personal más que intelectual durante la formación actoral que llevé con Leonardo Torres Vilar (Séptima generación de una familia de actores peruana), a quien tuve el honor de tener como profesor. Durante las sesiones de aprendizaje en este maravilloso arte, Leonardo entrenó nuestra capacidad de asombro todos los días recalcando que para actuar debíamos vivir de verdad en circunstancias imaginarias[1]. ¿Cómo se lograba eso? No hay una respuesta única; sin embargo, dos bases fueron esenciales: entrenando la observación continua y a través del “estar de verdad”
Hoy le dedico este artículo a la magia intelectual que se desarrolló en las aulas miraflorinas con Leonardo y que, utilizaré para proponer una lectura complementaria sobre la ruta que va tomando la Inteligencia Artificial (en adelante, IA) en Latinoamérica en 03 “tiempos”: sorprenderse, extrañarse y estar de verdad.
Sorprenderse: El Aprendizaje cruzado
La capacidad de asombro se basa en la facultad de sorprendernos para luego aprender de ello. En la región no hay tecnología emergente que nos sorprenda y cautive más que la IA. Todos los días surgen noticias, usos, casos de éxito, propuestas y una serie de vertientes con efecto WOW, y los estudios más recientes nos traen datos claves sobre la construcción del fenómeno AI.
Un primer acto de aprendizaje, es entender el contexto sobre el cual buscamos lograr un entendimiento. En este sentido, la elaboración del primer estudio regional público sobre las capacidades instaladas en la región para el desarrollo de la IA ha marcado un hito, logrando la medición del primer “Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA)” sobre 12 países de la región[2]. Es estudio es muy enriquecedor, y entre las conclusiones resalta como primera reflexión que Latinoamérica está viviendo un proceso “aprendizaje cruzado”[3]. ¡Vaya etapa! Y es que el “aprendizaje cruzado” no solo se refleja en los ILAI, sino que además nos ha llevado a realizar eventos que promueven la retroalimentación de diversos actores en la región, como el Foro para la ética de la IA en América Latina y el Caribe (Chile) o el AI Summit México realizado en octubre de este año.
A nivel internacional, el aprendizaje cruzado también ha encontrado una intersección invaluable de aprendizaje con la participación de cuatro países de la región (Brasil, Chile, México y Uruguay) en la «Declaración de Bletchley Park” de la cual participan 28 países a nivel mundial, espacio que asume el compromiso de que los gobiernos trabajen juntos para afrontar los desafíos más importantes del uso de IA y recoge todas las preocupaciones que conciernen a un uso regulado de IA, la seguridad, ética, derechos humanos y privacidad.
Extrañarse: “La vida no se trata de encontrarte a ti mismo, sino de crearte a ti mismo.” George Bernard Shaw
La capacidad de extrañarse nos hace más susceptibles a extrañar el pasado, echarlo de menos. El riesgo inherente en esta capacidad del ser humano, es que por sí misma, nos puede llevar a aferrarnos al pasado en lugar de abrazar el cambio…
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