A Dios Rogando, y con el Mazo Dando: el Negocio del Filtrado.

Todos estamos implicados en la lucha contra el cibercrimen. Todos queremos una Internet más segura para la infancia. Todos queremos una digitalización de las economías donde la confianza sea posible para el adecuado desarrollo de un mercado global de bienes y servicios. Mentiras que estamos habituados a escuchar o leer, y sobre las que reflexiono en mi artículo de este mes.

Uno de los lemas de esta sección de Tecnología y Sentido Común es ‘sólo no puedo, pero con amigos, sí’. Con este lema, escuchado en convenciones de ciberseguridad, trato de reforzar el concepto de que en este barco debemos estar todos, colaborando y compartiendo información para acotar cada vez más el campo en el que la ciberdelincuencia pueda actuar, pero siempre manteniendo un adecuado equilibrio con los derechos fundamentales de las personas. Usuarios de Internet, operadoras de telecomunicaciones, expertos en ciberseguridad y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado debemos estar alerta y participar de un bien común como es nuestra seguridad en las redes.

Pero recientemente, a raíz de un post en LinkedIn de un reputado experto en ciberseguridad, se suscitó un interesante intercambio de opiniones que me han llevado a escribir este artículo. Pongo al lector en antecedentes. Este reputado experto expresaba en su post una cuestión que, en esencia se resumía en lo siguiente: ¿por qué ciertos proveedores de acceso a Internet/operadoras de comunicaciones, de carácter transnacional filtran o impiden el tráfico hacia una lista de webs o dominios utilizado para “infringir las leyes de propiedad intelectual” (traducción: webs de intercambio de enlaces o donde se tiene acceso a televisión por IP de forma gratuita, y en las que se puede ver desde retransmisiones deportivas hasta películas o series), simplemente porque ciertas organizaciones privadas alimentan esas lista, sin control judicial de ningún tipo, y sin embargo, no se hace lo mismo hacia dominios o webs que se están usando para actividades de ciberdelincuencia de otro tipo?.

Lo que este experto planteaba, sin entrar en la validez legal o no del filtrado del tráfico de sus clientes, equivalente a la censura, es que igual que se llevaba a cabo esa actividad de filtrado ante cierto tipo de destinos, podría hacerse hacia destinos bien conocidos por ser utilizados para actividades de ciberdelincuencia, como estafas on line, ransomware, etc.

A partir de este planteamiento, con el que podemos estar bastante de acuerdo desde un punto de vista teórico, los comentarios al post fueron muy variados, y algunos de los mismos se centraron en un aspecto poco claro, y que, de ser así, demostraría la hipocresía de los proveedores de servicio de acceso a Internet. Ese aspecto es EL NEGOCIO.

Analicemos sucintamente en qué afecta al negocio de los operadores de comunicaciones el hecho de que existan servicios ilegales de, por ejemplo, televisión por IP que sirvan contenidos protegidos por la normativa de propiedad intelectual o industrial, o sobre los que se generan derechos de imagen. En la actualidad, casi todos los grandes operadores de comunicaciones o proveedores de acceso a Internet, al menos en España, incluyen en su oferta paquetes de televisión, o incluyen servicios de streamming como Netflix, HBO o Amazon Prime Video. Por tanto, los servicios de televisión por IP ilegales les provocan un perjuicio claro en sus cuentas de resultados,…

Continuar leyendo…