¿Quién eres?
“Pues es quizás la pregunta más difícil de responder, sin duda. Pero sí hay algo que me ha definido desde muy jovencito. Cuando me preguntaban qué quería ser de mayor y miraba al horizonte académico y profesional, no encontraba acomodo ahí a mi futuro. Así que decidí inventarlo. Decidí que seguiría a mi corazón y solo a aquello que me hiciera feliz. No quería trabajar para nadie, quería ser el dueño de mi destino, con sus aciertos y sus errores. Por eso, con poco más de veinte años decidí emprender y comenzar mi andadura en el mundo de la consultoría empresarial.
Mi determinación me permitió rápidamente crecer y desarrollar un perfil comprometido, que con el transcurso del tiempo, me obligó a cambiar el rumbo, buscando en el horizonte aquello que no terminaba de encontrar y de hacerme feliz. Volví a mis raíces llenas de curiosidad y emprendí en el mundo de la tecnología para, desde ahí, reaprender y ofrecer consultoría tecnológica con visión empresarial.
No conforme con lo logrado, nuevamente volví a girar, buscando lo que no terminaba de encontrar. Y se cruzó en mi camino nuevamente la protección de datos personales, después de mi primer contacto con la norma en 1996. Esta vez el encuentro fue un flechazo total, encontré el rumbo y el sentido a todo lo que era y a todo lo que quería ser. Desde ahí, me he centrado en ayudar a las personas a través de las actividades de gobierno y gestión de las tecnologías y de la información.
Por eso, cuando miro atrás, y veo el camino transitado, solo puedo ver en mí a un rebelde, a un inconformista que es feliz ayudando a otros; de ahí que la frase que mejor me defina en lo personal es que soy un ‘rebelde elegante’. ¿Por qué? Porque he hecho de la incertidumbre mi hábitat, mi hogar. Busco mejorar como persona y en mi desempeño profesional; y entrego lo mejor que soy y lo mejor que llevo encima para que quienes se encuentren en mi camino sean mejores personas y mejores profesionales. Eso no es fácil, por eso hablo desde el corazón y al corazón; cuidando mucho siempre el plano formal. Porque el fondo (la rebeldía) no debe estar reñido con las formas (la elegancia/educación)…