Mientras la fuerza impulsora de la primera Revolución Industrial en el siglo XVIII fue la máquina de vapor, en el siglo XIX los factores determinantes de una segunda Revolución Industrial fueron la producción en masa y la división del trabajo.
En el siglo pasado fueron las computadoras las que provocaron la tercera Revolución Industrial, y a principios de este siglo XXI empezamos a hablar de la cuarta Revolución Industrial gracias a la aparición del Internet de las cosas, que fue posible gracias a que los sensores empezaron a ser suficientemente pequeños, resistentes, inalámbricos y baratos para ir embebidos en numerosos dispositivos industriales.
La quinta Revolución Industrial viene provocada por el “yo aumentado”: se trata de fusionar o de complementar al ser humano con una serie de herramientas para aumentar sus capacidades, algo que algunos han venido a llamar el Internet de los cuerpos. Los sistemas de inteligencia artificial generativa que están apareciendo, en combinación con el Internet de las cosas, pueden aumentar en definitiva las capacidades humanas de forma exponencial.
La primera reflexión sobre esta secuencia de revoluciones industriales es que, mientras que entre la primera y la segunda transcurrió más de un siglo, entre la cuarta y la quinta han transcurrido poco más de veinte años… Esto significa, entre otras cosas, que cada vez estos avances se aplican más rápidamente en la sociedad.
En la quinta Revolución Industrial emerge lo que podríamos llamar transferencia de capacidades humano-máquina: los humanos están viendo sus capacidades aumentadas gracias a las máquinas (con exoesqueletos o con realidad aumentada, por ejemplo) y las máquinas van a ver sus capacidades aumentadas gracias a la incorporación de sensores que les harán percibir la realidad prácticamente como la percibe un ser humano.
Estos sistemas en combinación con sensores cada vez más sofisticados permiten que estas inteligencias artificiales adquieran de forma cada vez más autónoma la información y por tanto en cierto modo experimenten por sí mismas la realidad, es lo que se llama sistemas multimodales, combinando reconocimiento de texto, voz e imagen, haciéndolas sensibles al contexto.
Los sistemas multimodales van a ser capaces de provocar un salto exponencial en el aprendizaje automático o machine learning, entre otras cosas porque van a poder interpretar no solo información literal sino el contexto de dicha información (el tono de voz, las expresiones de la cara, el lugar desde donde se está teniendo la conversación, etc.)…
Licenciado en Informática y Doctor Cum Laude en Organización de Empresas por la Universidad Politécnica de Valencia. Con acreditación en Gestión de Datos para Investigación Clínica por la Universidad de Vanderbilt, ha sido profesor de marketing digital, big data e inteligencia de negocio, y ahora es profesor de Organización de Empresas en la Universidad Politécnica de Valencia. Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Valenciana de Informáticos de Sanidad (AVISA), auditor CISA, CGEIT y profesional certificado en ITIL, COBIT 5 y PRINCE 2. Con casi 20 años de experiencia en el sector de la salud, ha dirigido proyectos de interoperabilidad, seguridad y big data, y actualmente es directivo en una importante multinacional de soluciones de TI para el sector de la salud.
Debe estar conectado para enviar un comentario.