Resumir lo vivido los días 25 y 26 de enero en el Aula Magna del Centre Cultural La Nau, en el encuentro organizado junto con el Dr. Rafael Marimón y la Catedra Legaltech & Inteligencia Artificial Minsait es un ejercicio complicado. Por ello, es fundamental subrayar desde el inicio las lecciones aprendidas. Las dos jornadas mostraron sin lugar a dudas que nuestro país cuenta con las herramientas para abordar los retos que plantea la inteligencia artificial desde cualquier ángulo. Así lo destacó desde el inicio Gabriel López Serrano, Director de Relaciones Institucionales y Regulación de Microsoft Ibérica al poner en valor las altas capacidades de nuestro país en términos de conectividad, que la compañía reforzará con sus nuevos centros de datos, la significativa inversión pública de más de 1500 millones de euros en el fomento de capacidades y talento digitales, la oportunidad energética en términos ecológicos y el compromiso corporativo de ser 100% energéticamente ecológica en 2030 y recuperar su huella de carbono al completo en 2050 y nuestra posición geoestratégica como país.
España, y ello demostró la primera parte del Encuentro es sin duda un hub con Latinoamérica, con una mirada puesta en África y el Magreb y con un marco sólido de relaciones con Oriente Próximo. Por otra parte, las políticas públicas de la Unión Europea, y las nacionales, se enfocan claramente a robustecer la economía del dato, cuyo sentido se precisión desde la Oficina del Dato, y un potente mercado interior en IA capaz de definir reglas que inspiren el mercado global de esta tecnología.
Sin embargo, es fundamental entender y prepararse para gestionar la complejidad. De una parte, desde el punto de vista del entorno económico existe una cierta preocupación sobre el impacto del futuro marco regulador de AI Act al que precisamente se dedicó el adjetivo del evento. Andrés Pedreño, cuya obra de referencia analiza en términos económicos y geoestratégicos la competición en materia de IA entre Europa, EE.UU. y China desplegó su análisis respecto del marco regulador como barrera potencial. En una vibrante discusión inicial con José Maria Lassalle, defensor de una IA que debe ser humanista y objetivamente ética y José Manuel Pavía, cuyo equipo de investigación ha demostrado a la vez, el escaso valor que se concede por las personas a la privacidad y cómo ello se debe a una carencia de concienciación que demuestra que en realidad es un valor intrínseco a nuestra personalidad, se fijaron sin duda las líneas de debate que enmarcaron nuestras discusiones.
En esencia, enfrentamos el reto de desplegar la tecnología desde un enfoque propio del Estado Social y Democrático de Derecho. Y esto es algo que empresas como Minsait destacaron que forma parte de su horizonte inmediato y del cambio cultural que debe incorporarse a nuestra genética, como subrayó Leticia Gómez, su Manager Responsable de Estrategia de IA. Estas dos líneas de discusión vertebraron, como estaba previsto el programa.
En este sentido, deben destacarse lecciones esenciales para el despliegue de la IA en cada una de sus dimensiones. La mesa de debate sobre infraestructuras y espacios de datos pusieron sobre la mesa un reto estratégico. Necesitamos el soporte vital básico que alimente este despliegue…
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