10 tecnologías que cambiarán la Administración para siempre

Febrero de 2023. Sorprende que aún estén vivos debates como el de administración electrónica sí o administración electrónica no. Pero mientras otros emplean su tiempo y energía en lo que buenamente consideran, otros tenemos la obligación moral de adelantarnos a la jugada y, al menos indicar, no una ni dos, sino todo un listado de hasta diez tecnologías que van a irrumpir de manera impactante en el servicio público moderno, si es que no lo han hecho ya. A saber:

1) Blockchain. Probablemente suponga el mayor de los aludidos impactos, y ello a pesar de las lógicas cautelas que aún genera. Supondrá, entre otros hitos, una nueva generación de la fe pública, una redefinición integral de otros conceptos más clásicos como Archivo, Registro, Contrato o Identificación ciudadana, y una democratización de lo público sin precedentes.

2) Inteligencia artificial (AI, y machine learning). La inteligencia artificial es la fase natural siguiente a la informática. No se trata, como era nuestro objetivo hasta ahora, de realizar los procedimientos automáticos, y en un escenario ideal automatizados, sino de que ellos mismos se realicen de forma autónoma.

3) Multiverso: realidad virtual, aumentada y mixta. En nuestra opinión, la Administración debe estar en el multiverso del mismo modo que hace unas pocas décadas por fin entendió que debía estar en Internet o, más recientemente, en las Redes Sociales. La Administración siempre debe estar donde estén las personas.

4) Drones.  Un dron es un robot aéreo, autónomo y no tripulado, pero normalmente teledirigido. Sus posibilidades de uso en el ámbito de los servicios públicos, son innumerables.

5) Internet ultra-rápido 5G y superior. Está claro que la tecnología, sin conectividad, no es nada. Está previsto que un alto porcentaje de la población utilice este tipo de conexión en 2025, obviamente sin perder de vista el problema de la brecha digital. Los diferentes servicios estarán disponibles a través de aplicaciones pensadas principalmente para la telefonía móvil 5G, y desde allí se conectarán los usuarios.

6) Impresión 3D. Es una tecnología que permite la fabricación por adición de un objeto tridimensional que se crea mediante la superposición de capas sucesivas de material. En el ámbito de las obras públicas (y de los suministros) permitiría acortar enormemente los plazos de ejecución de los contratos.

7) Coche autónomo. Ya existen los coches serán completamente autónomos (no sólo automáticos). Es de prever que en un futuro no muy lejano, para manejar los numerosos coches que integran el parque móvil de la Administración, no sea necesario un ser humano que ejerza de conductor, salvo casos excepcionales en los que se requiera una conducción «especial»: ambulancias, coches de policía y de bomberos en situaciones de emergencia… Los funcionarios (y en ocasiones los usuarios) serán «pasajeros» que se trasladarán a su destino por medio de vehículos completamente autónomos, pudiendo realizar otras gestiones durante el trayecto.

8) Identificación biométrica de los ciudadanos. Más allá de la firma biométrica, una realidad bastante implantada, el siguiente paso sería utilizar por fin los datos biométricos de las personas para su identificación: iris, retina, huellas dactilares, reconocimiento facial, geometría de la mano… Nuestro móvil inteligente ya hace tiempo que se desbloquea de esta forma (nos identifica). Soy de los que tramitan ante la Administración por medios electrónicos y desde casa, pero deseando estoy presentarme en unas oficinas administrativas con las manos en los bolsillos y sin portar documento alguno. ¡Qué maravilla!

9) Pantallas enrollables. De momento disponibles para el mercado audiovisual (televisores de última generación), pero con infinitas posibilidades en el ámbito profesional. Es cuestión de tiempo que se comercialicen los dispositivos pequeños (móvil, tablet) con pantallas enrollables. La tecnología flexible, qué duda cabe, tendrá numerosas aplicaciones en la Administración, tanto en la renovación de los equipos tecnológicos que se encuentran en el entorno laboral, como en atención ciudadana, formación y otros servicios.

10) Otros. La lista podría ser mucho más larga. La nanotecnología, que en realidad es robótica avanzada y miniaturizada, va a marcar un antes y un después en la medicina, con lo cual mejorará de forma abismal el servicio público de Sanidad. Por su parte, la computación cuántica, mediante la cual se podrían solucionar problemas extraordinariamente complejos que ahora quedan fuera del alcance de las computadoras clásicas, ya que se basa en  el uso de cúbits en lugar de bits, dando lugar a «puertas lógicas» que hacen posibles nuevos algoritmos cuánticos capaces de reducir los márgenes de error a niveles mínimos. Y más: cristales inteligentes, prótesis cibernéticas y exoesqueletos, por supuesto, cualquier aplicación del IoT (Internet de las cosas), edificios inteligentes/domótica, e incluso las aplicaciones prácticas de la aceleración de partículas, y todo ello desde el enfoque de la sostenibilidad ambiental.