Inversión en TIC sanitarias. Parches y compromiso

Artículo "Inversión en TIC sanitarias. Parches y compromiso" de Juan Carlos Muria en la Sección "Salud en la Nube" de la Revista Tecnología y Sentido Común #TYSC

A mis alumnos de economía y gestión de empresas siempre me gusta recordarles la diferencia entre la participación y el compromiso: en los huevos con jamón, la gallina participa, el cerdo se compromete.

Pues a nivel de organización, el porcentaje del presupuesto que se invierte en tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) suele ser representativo de si la organización está comprometida con su transformación digital o solamente “participa”.

Hace unas semanas se publicó, un año más, el índice de la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS) de inversión TIC1. En él se mide el gasto en personal propio, el gasto en sistemas de información (SS. II.) horizontales, y el gasto en SS. II. Verticales.

También se interroga a los servicios de salud participantes acerca de la seguridad de los SS. II. corporativos, la gestión de las TIC, tendencias y proyectos prioritarios, etc.

Lo cierto es que, según dicho informe, mientras el presupuesto del sistema sanitario público se vio incrementado un 4,72% en 2021 con respecto al año anterior, el presupuesto TIC se ha visto incrementado en un 14,75% respecto a dicho presupuesto global, lo cual ciertamente es un dato positivo. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que solo 2 años antes (en 2019, antes de la pandemia) el presupuesto TIC se redujo en casi un 3%, aunque en 2020 volvió a crecer un 10,77%.

También es un dato positivo que, en términos relativos, el presupuesto destinado a TIC en 2021 fue de un 1,36% respecto del presupuesto global sanitario, casi un 10% más que en 2020. Es la primera vez que tenemos un incremento tan grande desde 2012, año en que comienza a publicarse el índice SEIS.

Hasta aquí las noticias positivas, ahora vamos a hacer un pequeño análisis crítico: lo primero que apreciamos cuando profundizamos en ese informe es que una de las comunidades autónomas participantes ha tenido un comportamiento excepcional que nos lleva a la conclusión de que no podemos echar las campanas al vuelo. La comunidad autónoma 12 (son datos anonimizados), la que tiene un mayor porcentaje de presupuesto TIC frente al global, así como un mayor porcentaje de presupuesto TIC ajustado a la población, ha invertido aproximadamente 4 veces más que la siguiente en la lista, que está ligeramente por encima de la media. Esto nos indica que la desviación típica es muy alta, y que los datos de la comunidad 12 “mejoran” la foto, pero en realidad todo sigue igual para las demás, o para ser justos, ha mejorado ligeramente.

En segundo lugar, si comparamos estos datos con los de otro sector que está esforzándose por asegurar su sostenibilidad y que también tiene que ofrecer sus servicios sin interrupción a la práctica totalidad de la población, la banca española invirtió un 6,21% de su presupuesto en TIC, según el “INFORME SOBRE EL SECTOR BANCARIO ESPAÑOL EN UN ENTORNO DE CAMBIOS EN LA PRODUCTIVIDAD” publicado en noviembre de 2021 por Funcas2. Si miramos a Europa, esta inversión asciende al 10% de su presupuesto, y en EE. UU. y Canadá, supera el 17%.

Esto nos lleva a pensar que, aunque son sectores diferentes, probablemente a ese porcentaje del 1,36% le queda un largo recorrido todavía para tener la capacidad de transformar con la velocidad necesaria el sistema nacional de salud.

Por otro lado, deberíamos ver qué impacto tiene en resultados, y no hablo de que la historia clínica o receta electrónicas estén implantadas en el 100% del territorio. Hablo de si se han visto reducidas las listas de espera gracias a las TIC, de si tenemos mejores resultados en la salud de la población, de si conseguimos hacer al sistema más eficiente, etc. En definitiva, debemos medir el valor que extraemos de los sistemas de información, no solamente cuántos datos tenemos en ellos.

Solo entonces podremos hablar de una transformación digital real, y el CIO de un servicio de salud podrá sentarse frente al resto de directivos y ofrecer argumentos indiscutibles para defender las necesidades presupuestarias de su departamento. Solo así conseguiremos que la organización no participe en esos objetivos, sino que se comprometa con ellos.

Probablemente la inversión en TIC en el sector de la salud crezca considerablemente en los próximos años. Quizá gran parte sea consecuencia de los fondos europeos de recuperación y otros mecanismos similares. Pero tengamos presente que con una inflación prevista para este año superior a un 6%, solo podremos hablar de un incremento aceptable del presupuesto público de TIC en este sector si vuelve a incrementarse al menos en otro 10% en 2022.

Estaremos pendientes.

1: https://seis.es/indice-seis/

2: https://www.funcas.es/wp-content/uploads/2021/11/Informe-Sector-Bancario-COMPLETO.pdf

Licenciado en Informática y Doctor Cum Laude en Organización de Empresas por la Universidad Politécnica de Valencia. Con acreditación en Gestión de Datos para Investigación Clínica por la Universidad de Vanderbilt, ha sido profesor de marketing digital, big data e inteligencia de negocio, y ahora es profesor de Organización de Empresas en la Universidad Politécnica de Valencia. Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Valenciana de Informáticos de Sanidad (AVISA), auditor CISA, CGEIT y profesional certificado en ITIL, COBIT 5 y PRINCE 2. Con casi 20 años de experiencia en el sector de la salud, ha dirigido proyectos de interoperabilidad, seguridad y big data, y actualmente es directivo en una importante multinacional de soluciones de TI para el sector de la salud.

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